Los vecinos de Río afectados por el desbordamiento de la Rambla Salada denuncian los daños sufridos por no haber limpiado el cauce en los últimos años

• Alertaron al actual gobierno local que la cantidad de residuos acumulados en el interior de la rambla impediría el paso del agua en caso de lluvia. No les hicieron caso, lo que ha provocado la inundación de sus propiedades, con más de metro y medio de barro.

Los vecinos de Río afectados por el desbordamiento de la Rambla Salada denuncian los daños sufridos por no haber limpiado el cauce en los últimos años
Los vecinos de Río afectados por el desbordamiento de la Rambla Salada denuncian los daños sufridos por no haber limpiado el cauce en los últimos años

Los vecinos de Río afectados por el desbordamiento de la Rambla Salada denuncian los daños sufridos por no haber limpiado el cauce en los últimos años

 

• Alertaron al actual gobierno local que la cantidad de residuos acumulados en el interior de la rambla impediría el paso del agua en caso de lluvia. No les hicieron caso, lo que ha provocado la inundación de sus propiedades, con más de metro y medio de barro.

 

• Tal y como están los cauces, es imposible que una rambla salga y no ocasione. Las tierras han quedado anegadas, con arrastres que hay que solucionar. No se han tomado en serio un problema tan grave como este. Las ramblas tienen que estar limpias.

 

18 octubre, 2022.- Los vecinos de Río afectados por el lamentable estado que viene presentando el cauce de la Rambla Salada han mostrado esta mañana su hartazgo ante la evidente inoperancia y negligencia en la gestión de este cauce público por parte tanto del actual gobierno local como de la Confederación Hidrográfica del Segura. La situación se ha precipitado a raíz de las lluvias que se registraron la semana pasada, y que, como era previsible, provocaron daños en las parcelas de particulares colindantes a la rambla, debido a que el cauce se encontraba totalmente colapsado por desechos, maleza y arbustos cuya altura superaba los 4 metros. Esta masa actuó como “tapón”, impidiendo el discurrir natural de las aguas pluviales, ocasionando el desbordamiento de la rambla en varios tramos tras romper sus paredes, además, de provocar hundimientos del terreno de hasta 3 metros de profundidad.

 

            Los vecinos afectados, que ya habían avisado en repetidas ocasiones de que la rambla no podría evacuar el agua en caso de lluvia por la acumulación de residuos que presentaba, se pusieron en contacto con el actual gobierno local para trasladarle los hechos. Sin embargo, han pasado los días y se les ha hecho caso omiso, denunciando que ni tan siquiera les cogen el teléfono.

 

            La concejal de Participación Ciudadana en el ayuntamiento de Lorca por el Partido Popular, Mari Huertas García, ha manifestado que este problema se podía haber evitado. No es justo que la nula previsión y negligencia del gobierno socialista la terminen pagando los ciudadanos. Llevamos 3 años y medio reclamando que se limpien las ramblas, porque ni el Ayuntamiento ni la CHS han hecho absolutamente nada. El resultado es que los afectados tienen ahora mismo en sus terrenos más de metro y medio de barro, cieno y todo tipo de arrastres provocados por el desbordamiento y rotura del cauce natural de la rambla. Hemos de recordar que esto no habría ocurrido simplemente con que se hubieran realizado las mínimas tareas de mantenimiento necesarias, pero como se quedaron de brazos cruzados, han provocado el taponamiento de la rambla.

 

            Tal y como están los cauces, es imposible que una rambla salga y no ocasione daños a los vecinos. Las tierras han quedado anegadas, con arrastres que hay que solucionar. No se han tomado en serio un problema tan grave como este. Las ramblas tienen que estar limpias.

 

            El ejemplo de la rambla Salada se repite en todas y cada una de nuestras pedanías, puesto que, desde la llegada del PSOE al poder en Lorca y Madrid, no se limpiado, despejado ni intervenido con la debida diligencia en ningún cauce público. El caso más llamativo es el propio lecho del río Guadalentín, que permanece repleto de maleza, escombros, basura y arrastres que impiden el paso de agua en caso de lluvia.

 

            Antonio Martínez, uno de los vecinos afectados, ha indicado que, si esto hubiera estado limpio y en condiciones, no hubiera pasado nada. No lo arreglaron y siempre pasa igual. No tendría que haber pasado nada. La rambla “está para verla”. No estaba despejada, de hecho, ni se ve el cauce. Hay un bosque en su interior que ni permite pasar andando, ni permite que el agua pase. Así, en cuanto viene algo de agua, rompe sus paredes naturales.