• Se trata de una iniciativa que se marca el objetivo de combatir el estrés y la ansiedad provocada por el aislamiento, el confinamiento y los diferentes estados de alarma en nuestros niños y adolescentes, y que debería de haberse implantado en el mes de septiembre y que, con la inminente vuelta al cole tras las vacaciones de Navidad, todavía sigue guardado en un cajón